
ESA LEJANA TIERRA
Inquieta tierra
almacén de estructuras imaginarias
malla de voces y raíces
números naturales y dedos de concreto.
Nací abrazado a uno de tus ríos
expulsado de la vena matriz por anhelos materiales.
Residuo prehistórico en mis huesos.
Busco señales olvidadas con anticipación
tal vez un depósito de huesos
o el domo enigmático disimulado por arbustos quebradizos.
Aunque la hierba cubra las huellas
el viejo calendario viaja ajeno a todas las cicatrices.
Esqueletos amantes
disipan la niebla de la tierra lejana
y el sol reverbera piedad por nuestra audacia.
CIERTAMENTE
Cuando la noche brinque la alambrada
ascenderemos aquellas escaleras olvidadas
del viejo cascarón de adobe.
Cada peldaño será aventura por parajes nuevos.
El corazón es nuestro péndulo imaginario
los dedos sensores inalámbricos
que cuentan los latidos al entrar a terrenos peligrosos.
Lo que ves a mi espalda ciertamente
es lo que puedo ofrecer.
No reniego del centro del universo
porque la meticulosa trivialidad
me clava la prolífica aguja del existir
y las historias contadas renuevan el profundo sueño.
Llevo tu sombra de personaje imaginario
al margen de una escalera escarpada
al margen de la sombra que nos oculta
de la lámpara de Aladino.
TRAS LA HUELLA DEL DIA ANTERIOR
Agotados vientos
remueven astillas en tu dormido puerto
y los recuerdos de aquél paisaje en la piel
me buscan como huesudos y hambrientos insectos.
El golpe seco del hacha respira certero
cuando cae de las manos /
extrañas manos que no saben de ritmos pasados
ni de lujuriosos sudores en la próspera Nueva Bilbao.
Alguien saluda con la sonrisa que devora huellas
hambriento de olvidos
como aquella invitación cuando el vino es gratis.
Si pudiéramos hablar antes del tañido derrotado
del día y las horas y los minutos
si pudiera explicarme el gris adjetivo
de los días sucesivos.
Apresuro el sabor del café
que adormece esta crítica garganta de narrador desnudo
frente a un mundo heredado
que ya no nos pertenece
porque algo se ignora o se calla
como en una novela de misterio
donde el quiltro vagabundo
va tras la huella del día anterior.
TRANQUILIDAD PER SE
Subir a la barca y esperar que el horizonte regrese.
Soñar despierto cada día, mientras todos trabajan.
Creer que el amor fugaz atrapado es feliz
Pretender que nuestras manos
están libres de toda culpa.
Decirnos que la noche es un párpado cerrado
y el día es recaudador de colores.
Comentar entre sábanas
si nuestra sombra es libre y soberana.
Preguntar a los dioses por qué no son más humanos
y aceptan sus errores como acepto los míos.
Tolerar nuestra lengua díscola
y sedienta de palabras dulces.
Sorprendernos al descubrir que el enemigo vive
gime y sueña como nosotros
con días mejores
más justos
y felices.
Así la tierra labora su día feliz sin decir nada.
La tranquilidad regresa flotando
poemas a estas calles miserables.
El temor a veces es historia desvanecida
y sé que este regreso será súbito reflejo
de primitivos deseos.
PROCEDENCIAS
Provengo de la opulencia de palabras.
Alineado y perfecto bosque
de la ciudad descrita entre cerros y rocas
donde hombres ingenuos
vigilan el mar que arde en otra parte.
La tormenta es la libertad
que sacude tu humilde calle.
Luces solitarias visten días lluviosos.
Todavía hay sonrisas que disfrutan
el viejo rito de dormir junto al fuego.
Es verdad lo que digo
cuando el dolor trepa por la espalda
y tres golpes misteriosos
anuncian el estallido de semillas
que no envejecerán.
Traviesas golondrinas
son tibios recuerdos planeando sobre los tejados.
No morir joven es la sentencia.
Recobrar el sonido del mar conquistado sin miedo
es el salvaje salvaje deseo
que nos mantiene despiertos.
A. Nvro, de "otra cosecha" 2007, año en que estos números suman 9.