domingo, 8 de junio de 2008

El sabio lector

Y durmió tres décadas en las bodegas recostado

como viejo saco de lona retorcido en el hueco de su sombra.

Tres durmientes vuelos resumidos a mito de barrio.
Palabras de grueso calibre apiladas en hilera entre los dientes.

Baches y episodios en el cuerpo.
Líneas blancas en la nariz
cruzando la aórtica avenida del frío.

Diez años más dormido que Rip Van Winkle
atravesado por el ronquido monumental
del martirio de la insana moralina.

Sombra del árbol aterida.
La palabra espacio es el reflejo invertido de la historia
y el tiempo un cálculo ciego errado por minutos.

Son tres genocidas décadas
memorizando títulos de libros
que jamás podrás leer.

TK.




3 comentarios:

Sylvia Rojas Pastene dijo...

Y seguirá dormido eternamente con ojos, que viendo no ven.
¿oh no quieren ver? o ¿la lectura de esos libros le cegan?

Decidme Sr. T.P. ¿Por qué?

mentecato dijo...

Vengo a agradecerte la visita y a leerte.

Un abrazo.

profetabar dijo...

cuando los días están nublados, lo mejor es dormir, aun sabiendo que afuera está despejado. Solamente hay que mirar los sueños y ver quien nos espera en la otra esquina, donde existe alguien más que también está soñando.