sábado, 29 de diciembre de 2007

Bienvenido verano


"Trabajé mucho toda la semana(...) Ayer era sábado, y María vino, como habíamos convenido. La deseé mucho porque tenía un lindo vestido a rayas rojas y blancas y sandalias de cuero. Se adivinaban sus senos firmes, y el tostado del sol le daba un rostro de flor. Tomamos un autobús y fuimos a algunos kilómetros de Argel a una playa encerrada entre rocas y rodeada de cañaverales del lado de la ribera. El sol de las cuatro no calentaba demasiado, pero el agua estaba tibia,, con pequeñas olas alargadas y perezosas. María me enseñó un juego. Al nadar había que beber en la cresta de las olas, conservar en la boca toda la espuma, y ponerse enseguida de espaldas para proyectarlas hacia el cielo. Se formaba entonces un encaje espumoso que se desvanecía en el aire y caía como lluvia tibia sobre la cara. Pero al cabo sentí la boca quemada por la amargura de la sal. María se me acercó entonces y se estrechó contra mí en el agua. Puso su boca contra la mía. Su lengua refrescaba mis labios y rodamos entre las olas durante un momento.

Cuando nos vestimos nuevamente en la playa, María me miraba con ojos brillantes. La besé. A partir de ese momento no hablamos más. La estreché contra mí y nos apresuramos a buscar un autobús, regresar, ir a casa y arrojarnos sobre la cama. Había dejado la ventana abierta y era agradable sentir derramarse la noche de verano sobre nuestros cuerpos morenos".

Albert Camus "El extranjero"
(extracto del libro...)
Imagen:
Marie-Louise Cusack (painter) "The Kiss"

1 comentario:

Sylvia Rojas Pastene dijo...

Le digo, lo que allá le dije, pero seria repetir, bueno todo se repite, el dia la noche. Me gustó el cuento su rápidez, soy hiperkinetica, así que necesito leer rápido y si el cuento toma esa velocidad, entonces me digo ¡que bueno que no necesito mas rytalyn!

No me crea todo, siempre miento, es verdad.